En 1994, Trent Reznor compuso la canción "Hurt" para su grupo Nine Inch Nails. La pieza se convirtió en una de las más destacadas de la banda y encabezó el álbum "The Downward Spiral". El "Hurt" original mantiene las constantes del rock industrial de los 90: letra depresiva y ritmo fluctuante.
Tiempo después de su salida comercial, la canción llamó la atención de una leyenda viva de la música: El gran Johnny Cash (1932-2003). El gran intérprete, nacido en Arkansas, llevaba años alejado de los escenarios, pero nunca había dejado de publicar álbums de estudio. Cuando su mánager le pasó una nueva lista de canciones para versionar, "Hurt" captó rápidamente la atención del artista y se decidió a convertirla en el buque insignia de su álbum "American IV: The Man Comes Around".
Los arreglos introducidos en la canción acentúan si cabe la tristeza y el sentimiento melancólico. También se realizaron pequeños cambios en la letra para sustituir las blasfemias y acomodarla al legado profundamente cristiano de Cash. Pero no nos engañemos, el ingrediente fundamental para convertir esta versión en una canción para la historia lo aportó el mismísimo cantante con su sentida y desgarrada interpretación.
Johnny Cash llevaba casi cincuenta años de carrera cuando afrontó la grabación del sencillo. Su gran trayectoria se balanceó constantemente entre el country, el rock & roll, el folk, el rockabilly e incluso el gospel. Pero además de su probada versatilidad, Cash destacó por ser el más alternativo y oscuro del grupo de cantantes solistas que surgieron del estudio Sun Records de Memphis, que dirigía en ese momento el legendario productor Sam Phillips. A mediados de los 50, coincidieron allí futuras estrellas como Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Roy Orbison y Carl Perkins, entre otros. Johnny Cash compartió con ellos movidas de todo tipo, adicciones a sustancias y giras interminables por todo el país. No obstante, siempre guardó en lo más profundo de su alma unos demonios interiores, originados en el seno de su familia durante su niñez y adolescencia, que poco a poco fueron saliendo para dotar a su producción musical de un carácter sombrío y enigmático. Todo ello no estuvo reñido con el éxito puesto que Cash es uno de los cantantes más exitosos y laureados de la historia (18 premios Grammy, más de 90 millones de discos vendidos en todo el mundo). Además, también destacó como actor tanto en cine como en televisión.
No obstante, esa dura carga emocional, siempre estuvo presente en su trayectoria. Su psique torturada se añadía a su talento natural y la voz grave inconfundible que traía de fábrica. Con el tiempo, permitió que la música y las adicciones al alcohol y a las drogas fueran su vehículo para exorcizar sentimientos reprimidos de frustración que procedían de diversos frentes: un autoritario padre, las duras condiciones de vida en el campo en plena depresión económica, y especialmente, la trágica muerte de su hermano mayor mientras trabajaba en los campos de maíz de Arkansas.
Cash grabó "Hurt" a finales de 2002 y se puso ante las cámaras para filmar el videoclip en febrero de 2003. Su estado de salud era ya muy precario tras verse aquejado por dolencias que eran el resultado de los excesos cometidos durante su juventud y madurez. Él era consciente de que su final se acercaba y vio en esta canción la posibilidad de tejer una parte inestimable de su testamento musical. El contenido de la letra se ajusta tan perfectamente a su momento vital que cualquiera podría decir que parece compuesta por él mismo. Cash se funde con el material para, a través de su voz, incrustarse en el significado de la letra y hacer balance de su vida y del estado actual que preside su conciencia ante un final próximo. El primer párrafo es enormemente paradigmático:
I hurt myself today
To see if I still feel
I focus on the pain
The only thing that's real
The needle tears a hole
The old familiar sting
Try to kill it all away
But I remember everything
El viaje constante al pasado para revivir recuerdos es otra de las características de la canción, pero en el siguiente párrafo irrumpe también la amargura y la ausencia de aquellos que han compartido un mismo camino:
What have I become
My sweetest friend
Everyone I know goes away
In the end
And you could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt
El párrafo final antes del estribillo final alude al inexorable paso del tiempo y a las heridas abiertas que no han podido llegar a cerrarse. La vida es compleja y las personas cometen errores con los que se debe seguir conviviendo:
I wear this crown of thorns
Upon my liar's chair
Full of broken thoughts
I cannot repair
Beneath the stains of time
The feelings disappear
You are someone else
I am still right here
A tenor de este poderoso mensaje, el director del videoclip, Mark Romanek, decidió situar a Cash entre sus propios recuerdos grabando gran parte del contenido en la casa museo del cantante, que llevaba años cerrada. Recuerdos de una vida que se marchitan mientras el protagonista de estos reivindica su poderoso legado desde la asunción de la decrepitud. Mientras las imágenes de la vida de Cash inundan la pantalla, vemos también a la que fue el gran amor de su vida, su segunda esposa y gran cantante country June Carter. June le observa acentuando la pesadumbre y el sentimiento crepuscular que inunda la escena.
Especialmente simbólicas resultan las imágenes en las que un joven Cash visita lo que queda de la pequeña granja de Arkansas en la que nació y creció. Mientras el éxito le llegaba por doquier, no podía separarse de un lastre emocional que siguió estando muy presente a lo largo de su vida.
Desgraciadamente, los más tristes augurios se cumplieron cuando, tres meses después de la grabación, murió June Carter y posteriormente el propio Cash. El cantante siguió grabando hasta el final y así fue como se publicaron tres álbums de forma póstuma en 2006, 2010 y 2014. Esta cancion le otorgo un premio Grammy en el 2004 como el mejor video del año.
Aquí te dejamos el video para que puedas disfrutarlo.
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